Hoy me preguntó un reportero del diario para el cual escribo semanalmente mi opinión sobre la FM comercial en Guadalajara. No hay mucho que decir al respecto, nada que cualquiera no pueda identificar durante un recorrido rápido por el dial. Es una frecuencia predominantemente musical, acartonada, bastante convencional y estandarizada… donde el espectro sonoro se reduce a música pop, gruperas y baladas soft en inglés y español: éxitos, of course, nada de lados b… Los pocos programas de contenido que hay son de espectáculos, o de futbol, o de cotorreo o de saludos o simples trivialidades, además de noticieros en los cuales los protagonistas son los políticos y los opinólogos… Los ciudadanos de a pie no existen en los relatos que narran cada día los informativos, histéricos e inmediatistas. La FM sirve así básicamente para tres cosas: para tenerla de fondo como susurro que llena el vacío que da miedo, desesperación… dispersión… y, por tanto, de compañía, para no sentirse sólo. A veces también sirve para informarse un poco de las noticias más dramáticas y escandalosas (aunque sea embarraditas, peor es no enterarse de nada)y, dicen algunos, para oír sobre todo música las más de las veces acompañada de comentarios insulsos de conductores que compulsivamente hablan y hablan con tal de que no queden lagunas entre las decenas de cortes comerciales y los musicales -cada vez más desplazados por aquellos. Claro que el radioescucha se ve recompensado al tolerar semejantes arbitrariedades: saludos del conductor en turno, sorteos de boletos para ir a conciertos de artitas que salen en Televisa o TV Azteca, y otros regalitos como discos, electrónicos… convivencias con actores y cantantes o con los mismos merolicos que están frente a los micrófonos. Así está más o menos la radio… a la medida de oídos poco exigentes y complacientes. Hay excepciones, como en todo, pero esas las dejamos para cuando el diario en cuestión publique lo que recomendamos escuchar varios que supuestamente conocemos de estas cosas como radioescuchas, conductores, productores y… opinólogos, faltaba más.
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Ayer falleció don Manuel López Agredano, uno de los pioneros de la radio en Guadalajara. Fue el dueño de las emisoras Stereo Cien (que luego se convirtió en Exa, cuando la vendió a Joaquín Vargas), Super Stereo (ahora Super RMX, tras la venta a Imagen Telecomunicaciones) y Canal 58 (que vendió a los Vázquez Raña y mantiene de su perfil original la difusión del futbol). Creador del programa "La gaceta del aire", uno de los primeros noticieros del país que, según datos de el diario El Occidental, comenzó a transmitirse a finales de los 50 y estuvo al aire por más de 20 años. Varios de los comentaristas deportivos más experimentados, que tienen presencia en medios nacionales, fueron impulsados por él, especialmente en Canal 58. Hoy, el nombre de este señor ha sido mencionado en programas de todo tipo en las principales estaciones de la ciudad y reconocido como uno de los empresarios que más empuje le dio a la radio local.
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Ayer falleció don Manuel López Agredano, uno de los pioneros de la radio en Guadalajara. Fue el dueño de las emisoras Stereo Cien (que luego se convirtió en Exa, cuando la vendió a Joaquín Vargas), Super Stereo (ahora Super RMX, tras la venta a Imagen Telecomunicaciones) y Canal 58 (que vendió a los Vázquez Raña y mantiene de su perfil original la difusión del futbol). Creador del programa "La gaceta del aire", uno de los primeros noticieros del país que, según datos de el diario El Occidental, comenzó a transmitirse a finales de los 50 y estuvo al aire por más de 20 años. Varios de los comentaristas deportivos más experimentados, que tienen presencia en medios nacionales, fueron impulsados por él, especialmente en Canal 58. Hoy, el nombre de este señor ha sido mencionado en programas de todo tipo en las principales estaciones de la ciudad y reconocido como uno de los empresarios que más empuje le dio a la radio local.
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